El Estadio de Francia se inauguró en 1998 como estadio nacional de Francia, construido específicamente para albergar la Copa Mundial de la FIFA, en la que fue testigo de la histórica victoria de la selección francesa en casa. Encargado a principios de la década de 1990, el estadio formaba parte de la visión de crear una sede de primer orden para grandes acontecimientos deportivos y culturales internacionales. Desde su gran inauguración, se ha convertido en un hito del orgullo francés, acogiendo con regularidad acontecimientos de primer orden en el fútbol y el rugby, incluidos campeonatos de la Eurocopa de la UEFA y partidos de la Copa del Mundo de Rugby. A lo largo de los años, el Estadio de Francia también ha ampliado su función para acoger conciertos y ceremonias a gran escala, consolidando su reputación como lugar central de los momentos más célebres de Francia.